
(Madrid, 1869 - París, 1946) Político y dirigente socialista
español. En 1890 se afilió a la UGT y en 1894 al PSOE. En 1905 fue elegido
concejal en Madrid. Miembro de la Comisión Ejecutiva de la UGT, fue detenido en
1909 acusado de preparar la huelga contra la guerra de Marruecos. Durante la
huelga revolucionaria de 1917, estuvo en el comité de huelga, por lo que fue condenado
a prisión, pero quedó libre al ser elegido diputado (1918). Ese mismo año se
convirtió en secretario general de la UGT. En 1920 se opuso a la adhesión del
partido a la III Internacional. Vicepresidente del PSOE en 1928, tras
proclamarse la República fue ministro de Trabajo, cargo que volvió a ocupar en
el Gobierno de Azaña (1931-1933). Con la victoria de la derecha en las
elecciones, dejó las posturas moderadas y propugnó un frente unido de los
trabajadores. Detenido a raíz del movimiento de octubre de 1934, en 1936 fue
elegido diputado por el Frente Popular. Durante la guerra civil fue presidente
del Consejo de Ministros (1936-1937). Detenido en Francia por los nazis, murió
al poco tiempo de su liberación.
A los nueve años se inició en el oficio de estucador, ámbito
laboral en el que desarrollaría su actividad como sindicalista. En 1890 ingresó
en la Unión General de Trabajadores (UGT), fundada en 1888, y en otoño de aquel
mismo año participó en la organización de una huelga de escayolistas para
reivindicar la jornada laboral de ocho horas, lo que supuso el principio de su
trayectoria ascendente en la UGT. En 1894 ingresó en el Partido Socialista
Obrero Español (PSOE), comenzando así su carrera política. Desde 1904 fue uno
de los seis vocales integrantes de la Junta Directiva del Instituto de Reformas
Sociales que designaban los trabajadores; al año siguiente ocupó su primer
cargo político al salir elegido concejal del Ayuntamiento de Madrid por el
PSOE, cargo que siguió ocupando tras los comicios municipales de 1909 y 1913.
En calidad de vicepresidente del Comité Nacional de la UGT,
fue uno de los cuatro firmantes del manifiesto conjunto del PSOE y la UGT del
12 de agosto de 1917 para convocar una huelga general revolucionaria, que
empezó al día siguiente y desencadenó la tercera fase de la crisis de 1917;
como consecuencia de ello, fue detenido el 29 de septiembre de ese mismo año
con los otros tres integrantes del comité de huelga y firmantes del manifiesto:
Daniel Anguiano, como vicesecretario de la UGT, y Julián Besteiro y Andrés
Saborit, como vicepresidente y vicesecretario, respectivamente, del PSOE. Los
cuatro fueron juzgados, condenados a cadena perpetua y trasladados al penal de
Cartagena (Murcia).
En las elecciones legislativas de 1918 fue elegido diputado
a Cortes (al igual que sus compañeros de presidio), por lo que fue excarcelado
en mayo de 1918; en el XIII Congreso de la UGT, celebrado en julio de aquel
mismo año, salió elegido secretario general, cargo que habría de ocupar durante
una veintena de años. Como secretario general de UGT, asistió en 1919 al
congreso de la II Internacional en Berna y al I Congreso de la Federación
Sindical Internacional (FSI), que tuvo lugar en Ámsterdam. A su regreso, y
contra los criterios de otros dirigentes socialistas, Largo Caballero se opuso
a la integración del PSOE en la III Internacional, razón por la cual no formó
parte de la ejecutiva del PSOE salida del congreso extraordinario de 1920, en
el que eran mayoritarios los partidarios de la adhesión a la misma.
Durante la dictadura del general Miguel Primo de Rivera
(1923-1929), Largo Caballero apoyó (frente a la postura contraria de otros
dirigentes socialistas como Indalecio Prieto o Fernando de los Ríos) la
aceptación de cargos públicos por parte de los militantes del partido y del
sindicato, hasta el punto de que él mismo formó parte, a partir de 1924, del
Consejo de Estado. La pretensión de Primo de Rivera de perpetuar un régimen que
había nacido con vocación de provisionalidad llevó a Largo Caballero a
distanciarse de la postura del dictador y, finalmente, apoyó la tesis defendida
por Indalecio Prieto de integrar al PSOE en el pacto de San Sebastián (1930),
cuyo objetivo último era derrocar al rey Alfonso XIII y preparar el
advenimiento de la república.
Tras las elecciones municipales de 1931, y ante la victoria
de los republicanos en las principales capitales de provincia y la proclamación
de la Segunda República, Alfonso XIII abandonó España. Los firmantes del pacto
de San Sebastián constituyeron un gobierno provisional, presidido por Niceto
Alcalá Zamora, en el que Francisco Largo Caballero se hizo cargo de la cartera
de Trabajo. Tras la aprobación de la Constitución de 1931, se mantuvo al frente
del mismo ministerio en el primer gabinete presidido por Manuel Azaña
(1931-1933). En 1932 fue elegido presidente del PSOE, cargo en el que
permanecería hasta su dimisión en 1935.
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