domingo, 2 de febrero de 2014

Historia de nuestra bandera



Orígenes de nuestra insignia nacional

Los humildes orígenes de la bandera española, pues bien la actual bandera española “rojigualda” proviene de un concurso que mandó el rey Carlos III, porque la bandera de aquellos momento, blanca de los borbones con el escudo de España, era fácilmente confundida con las banderas de otros países también de monarquías borbónicas, como Francia por ejemplo, dando a lugar a muchas equivocaciones, a veces embarazosas, en el mar. Cansados de esto Carlos III eligió entre una serie de doce modelos que se presentaron, a la actual bandera roja y amarilla. Y no por ningún motivo histórico de los antiguos reinos peninsulares como Castilla, Aragón, León, Navarra o Granada, si no porque el amarillo unido al rojo crea una combinación muy bien identificable en el mar, que era donde se enarbolaría por primera vez. 

Así pues en el Real Decreto dado en Aranjuez el 28 de mayo de 1785 Carlos III adjudicó el diseño ganador para los buques de guerra la bandera "dividida a lo largo de tres listas, de las que la alta y la baja sean encarnadas, y del ancho cada una de la cuarta parte del total, y la de en medio amarilla, colocándose en esta el escudo de mis Reales Armas, reducido a dos cuarteles de Castilla y León, con la Corona Real encima...".

 


Este fue el diseño ganador de los doce presentados.

La bandera ganadora del concurso empezó entonces a utilizarse a partir de 1785 en los buques de guerra y mercantes, ampliándose por las Reales Ordenanzas de la Real Armada de 1793 su uso a las Plazas y Castillos marítimos y otros establecimientos de la Armada, como arsenales, astilleros, cuarteles, observatorios, Escuelas de Guarda marinas...


Sólo a partir de 1843, bajo el reinado de Isabel II la bandera “rojigualda” fue la bandera nacional, abandonando la blanca, al igual que hiciera su bisabuelo.


Así que sabemos que hasta esa fecha la bandera ”rojigualda” fue por así decirlo la bandera de la Real Armada, siendo la blanca la "oficial" de España. De ahí el error de muchos pintores, escritores y directores nacionales y extranjeros, que en sus cuadros, textos y películas navales de antes de 1785 llevaban en los barcos españoles la bandera “rojigualda”, cuando debería ser la blanca. O en los ejércitos de tierra con flamantes banderas rojas y amarillas cuando estas eran sólo de uso por la Real Armada española.

Y Añado que en el mar el color blanco no significaba rendición; si un barco se rendía ante un enemigo arriaba su bandera nacional, no sacaba trapos blancos - otro común error.

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