jueves, 13 de febrero de 2014

Unamuno y Pío Baroja



La literatura de Pío Baroja clase

LA LITERATURA DE PÍO BAROJA


¿Qué expresiones señalan la miseria del caserío donde nació Zalacaín?

Está semi destruido, con el tejado lleno de pedruscos y sus paredes desgastadas por la humedad y el aire.

¿Porqué no eran ciudadanos ni Martín ni su familia?

Porque a su casa le faltaban metros para formar parte de la villa.

¿Cómo eran los padres de Martín?

·El padre era labrador y poco comunicativo.
·La madre también era poco comunicativa y pasó rápidamente de soltera a casada y de casada a viuda.

¿Cómo podía afectar el ambiente en la personalidad de Martín? 

Podía afectar que el saliese ya que era como sus padres, era poco comunicativo.

martes, 11 de febrero de 2014

Literatura Clase

LA LITERATURA ESPAÑOLA ENTRE DOS SIGLOS


1) ¿Es lo mismo Modernismo y generación del 98? Justifica tu respuesta.

El modernismo surge con un afán de renovación de las formas de expresión, es una actitud más bien rebeldía y de la búsqueda de nuevas formas artísticas que tienen como fin de exploración la belleza a través de los sentidos.

Se considera como el creador de este movimiento al nicaragüense Rubén Darío con su obra Azul en 1888 y a Juan Ramón Jiménez representante español más genuino 

Generación del 98 los escritores de esta generación no solo prentender reformar la literatura, sino también transformar la conciencia nacional a través de ella.

Tras la pérdida completa del Imperio español en 1898 estos escritores e intelectuales mantienen una preocupación común, España. Una nación decadente a la que había que reformar moralmente y culturalmente. Personajes destacados en esta generación como Antonio Machado


2) ¿Cómo son los personajes de la novela de la generación del 98? 

Son personajes dominantes del que se va siguiendo su desarrollo mental. Son generalmente personajes disconformes con el mundo en el que les a tocado vivir. La angustia y el sinsentido de la vida planea sobre ellos; de ahí que predominen el pesimismo, los conflictos de personalidad y la amargura 

3) ¿Porqué vive angustiado el ser humano, según Unamuno?

Unamuno no puede concebir al ser humano sin la presencia de Dios, ni la vida sin prolongación después de la muerte. Pero este hecho esto choca con la fuerza de la razón que no llega a explicar tales hechos

4) ¿Cuál es el papel de las religiones según Don Manuel?

En consolar a la gente por haber nacer 

domingo, 2 de febrero de 2014

El Carlismo


"EL CARLISMO SE CURA LEYENDO, Y EL NACIONALISMO VIAJANDO"

Pío Baroja

La conquista de Hispania


"LOS HISPANOS TIENEN PREPARADO EL CUERPO PARA LA ABSTINENCIA Y LA FATIGA, Y EL ÁNIMO PARA LA MUERTE: DURA Y AUSTERA SOBRIEDAD EN TODO"

Pompeyo Trogo

La pérdida de Cuba


"TAN CIERTO ES QUE LOS ESPAÑOLES ASPIRAN AL DOMINIO MUNDIAL, COMO QUE SOLO SU ESCASO NÚMERO SE LO IMPIDE" 

Cardenal Richelieu.

Historia de nuestra bandera



Orígenes de nuestra insignia nacional

Los humildes orígenes de la bandera española, pues bien la actual bandera española “rojigualda” proviene de un concurso que mandó el rey Carlos III, porque la bandera de aquellos momento, blanca de los borbones con el escudo de España, era fácilmente confundida con las banderas de otros países también de monarquías borbónicas, como Francia por ejemplo, dando a lugar a muchas equivocaciones, a veces embarazosas, en el mar. Cansados de esto Carlos III eligió entre una serie de doce modelos que se presentaron, a la actual bandera roja y amarilla. Y no por ningún motivo histórico de los antiguos reinos peninsulares como Castilla, Aragón, León, Navarra o Granada, si no porque el amarillo unido al rojo crea una combinación muy bien identificable en el mar, que era donde se enarbolaría por primera vez. 

Así pues en el Real Decreto dado en Aranjuez el 28 de mayo de 1785 Carlos III adjudicó el diseño ganador para los buques de guerra la bandera "dividida a lo largo de tres listas, de las que la alta y la baja sean encarnadas, y del ancho cada una de la cuarta parte del total, y la de en medio amarilla, colocándose en esta el escudo de mis Reales Armas, reducido a dos cuarteles de Castilla y León, con la Corona Real encima...".

 


Este fue el diseño ganador de los doce presentados.

La bandera ganadora del concurso empezó entonces a utilizarse a partir de 1785 en los buques de guerra y mercantes, ampliándose por las Reales Ordenanzas de la Real Armada de 1793 su uso a las Plazas y Castillos marítimos y otros establecimientos de la Armada, como arsenales, astilleros, cuarteles, observatorios, Escuelas de Guarda marinas...


Sólo a partir de 1843, bajo el reinado de Isabel II la bandera “rojigualda” fue la bandera nacional, abandonando la blanca, al igual que hiciera su bisabuelo.


Así que sabemos que hasta esa fecha la bandera ”rojigualda” fue por así decirlo la bandera de la Real Armada, siendo la blanca la "oficial" de España. De ahí el error de muchos pintores, escritores y directores nacionales y extranjeros, que en sus cuadros, textos y películas navales de antes de 1785 llevaban en los barcos españoles la bandera “rojigualda”, cuando debería ser la blanca. O en los ejércitos de tierra con flamantes banderas rojas y amarillas cuando estas eran sólo de uso por la Real Armada española.

Y Añado que en el mar el color blanco no significaba rendición; si un barco se rendía ante un enemigo arriaba su bandera nacional, no sacaba trapos blancos - otro común error.

El adelantado de la Florida



Pedro Menéndez de Avilés


El adelantado de la Florida o Pedro Menéndez de Avilés para la Historia de España, y de América . Nació en Avilés el 15 de febrero de 1519, en el seno de una familia más o menos pudiente. Con el tiempo, llegaría a ser uno de nuestros mayores marinos y guerreros, Adelantado de La Florida y Gobernador de Cuba.

Una vida en la que durante cincuenta y cinco años defendió nuestras enseñas allá donde fuera requerido, doblegando a los enemigos (principalmente franceses hugonotes, piratas y corsarios, además de herejes) por doquier, en toda la zona del Caribe, donde fue amo y señor, bandera, estandarte y adalid durante décadas, aunque a veces él mismo tuviera que poner miles de maravedís de su propio bolsillo para defender su causa y la de España.
Pero además de un genial navegante y un esforzadísimo soldado, Pedro Menéndez de Avilés fue un precursor y un gran estratega. A él se deben los primeros planes para la navegación ordenada y lo más exacta de la flota de Indias (describía hasta el número de hombre que debía albergar), diseñó barcos, siempre estuvo muy preocupado por la posibilidad de poder trazar la longitud marina, fue cartógrafo, consejero privadísimo de Felipe II, asesor en todo lo que tenía que ver con las Indias y un genio. Sufrió la envidia que le llevó a un proceso judicial, murió sin un doblón después de gastarse toda su fortuna por el Imperio, la Fe y por España.
Cuentan las crónicas que ya de crío le nació a don Pedro su pasión por el mar y por el combate. Quizá fue en las noches junto al lar en su casa de Avilés cuando escuchó tantas historias y sucesos sobre corsarios y piratas franceses que asolaban las costas cantábricas. Así pues, el coraje se le salía al caballero de las entrañas con tan solo catorce años, cuando decidió escaparse de su casa y alistarse como primerizo pero valiente grumete.
Volvió dos años después pero con una idea fija en la cabeza: crear él mismo su propia flota. Ni recién casado quiso una vida familiar. A los diecinueve años, arma un barco y acompañado por gente de su tierra consigue echarle el guante a dos barcos de la gabachada en aguas de Vigo. Unos años después, en 1544, el francés Jean Alphonse de Saintogne secuestra en la zona de Finisterre dieciocho navíos españoles que se lleva de muy malas maneras al puerto de La Rochelle. Menéndez sale en su busca, da con él y manda al tal Saintogne a criar malvasy recupera unos cuantos de los barcos. Tiempo después, Antonio Alfonso de Saintogne, hijo del anterior finiquitado, quiere su venganza. Pero Menéndez también le da lo suyo. Y su nombre comienza a hacerse conocer como el nuevo héroe de la marinería. El propio emperador Carlos I se entera de sus hazañas y le pide que limpie el Cantábrico de corsaros. Don Carlos también le pide en 1554 que sea don Francisco quien mande la flota que ha de llevarle a Flandes. Ese mismo año se celebra la boda entre Felipe, hijo de Carlos V, y María Tudor. En la flota también iba Menéndez, como uno de los principales pasajeros. Pronto será nombrado Capitán General de la Flota de Indias.

Cuando Felipe II es el nuevo rey tras la abdicación de su padre Carlos I, en 1556, Pedro Menéndez de Avilés es nombrado Capitán General de la Escuadra de Armas. Su labor, apoyar a los Tercios que luchan en Francia y Flandes. Tiempo después se le encarga volver a América para darle su merecido a Lope de Aguirre, que además de loco se ha vuelto contra su propio rey. En ésas, que cuando llega a Aguirre ya le han despachado la cabeza los indios.
Vuelve a España y es detenido, por mor de traidores y envidiosos. Sale con bien de la justicia y decide que su objetivo es La Florida, donde cree que está el hijo desaparecido. Antes que él Ponce de LeónAlvar Núñez Cabeza de Vaca, Hernando de Soto, ya habían pasado por aquella tierra, pero ninguno la tuvo en tanto cariño como Menéndez. Allí, se le encomienda que acabe con todos los franceses protestantes hugonotes que están instalándose en la zona y han fundado el fuerte de Fort Caroline, bajo las órdenes de René Goulaine de Laudonnière y Jean Ribault, que desde su llegada se empeñaron en no dejar hacienda ni buque español sin atacar.

Menéndez lo intentó por mar, pero no pudo llevar adelante su propósito, ante lo cual los franceses pasaron al contraataque, lo que aprovechó Menéndez, que además de valiente también tiraba muy bien de inteligencia, para atacar el campamento por tierra, y el fue el primero en comandar a su gente. Llegó a Fort Caroline 20 de septiembre de 1565, día de San Agustín. La resistencia fue escasa y posteriormentePedro Menéndez la emprendió con todo francés que se pusiera a su vista, como le había requerido Su Majestad Católica. No obstante, algunos franceses que decían pertenecer a la fe católica salvaban sus vidas.

Por tierra, por mar y hasta por aire si hubiera existido el avión Menéndez no paraba un solo día de luchar contra los franceses. Sin embargo, poco a poco su gente empezaba a pasar penurias por la falta de provisiones, ante lo que su capitán decidió marchar a Cuba para pedir ayuda. Le fue denegada de malas maneras y Menéndez partió hacia España para quejarse. Felipe II, que en tanta estima le tenía, le creyó y a la par le nombró gobernador de Cuba. Y de la Perla del Caribe, de nuevo a La Florida para ayudar a los suyos. Georgia, Carolina del Sur y el canal de las Bahamas también supieron de sus pasos, que no eran en vano, pues siempre había piratas y corsarios por allí a los que escarmentar.

Y así, años y años hasta su regreso a España, cuando Felipe II ya empezaba a pensar en la invasión de Inglaterra (la Empresa de Inglaterra, la Armada Invencible de años después) y tenía a Pedro Menéndez de Avilés como uno de sus principalísimos asesores.

Era Caballero de la Orden de Santiago, pero no tenía en sus guerreros bolsillos un maravedí. Enfermó y el mal no era pequeño: tifus exantemático. El 15 de septiembre dicta su testamento. El 17 de septiembre de 1574 muere en Santander. Desde entonces, Avilés llevará el nombre de Villa del Adelantado. Atrás quedaba la fundación de San Agustín, de la que se dice con razón la ciudad más antigua de lo que hoy son los Estados Unidos. 


Hoy en San Agustín de la Florida, delante de su ayuntamiento, hay una estatua del marino y guerrero español, y a menudo se puede ver ondear allí, la bandera blanca con la cruz de Borgoña roja, la enseña de Castilla. También en su tierra natal avilesina una estatua de bronce le rinde memoria, donde reza: «A Pedro Menéndez de Avilés, 1519-1574, Caballero del Hábito de Santiago, Capitán General del Mar Océano, Adelantado y Conquistador de La Florida, donde fundó la ciudad de San Agustín en el año de 1565. Modelo de caballeros y patriotas, su pueblo y la Patria agradecidos le consagran este recuerdo. Año 1917».